domingo, 5 de octubre de 2008

Terminator: Sarah Connor chronicles en peligro de cancelación


A pesar de su buen andar en su primera temporada, la serie Terminator: The Sarah Connor Chronicles está en peligro de cancelación. Los ratings descendieron desde el inicio de la segunda temporada en los Estados Unidos, y continúan descendiendo lentamente, lo que preocupa a los ejecutivos del canal Fox norteamericano, el cual es el productor del show.

El rumor se filtró desde fuentes anónimas del propio canal, que aparentemente considera al número de televidentes actuales como un rotundo fracaso.
El problema principal reide en la ubicación de las series dentro de la grilla de programación: los lunes por la noche. En ese lugar el canal tiene a Terminator: The Sarah Connor Chronicles y Prison Break (la cual también ha sufrido una importante baja en su rating), compitiendo contra los otros canales quienes presentan series mucho más exitosas, como House y Gossip Girl; todo eso sin contar Monday Night Football (el partido de fútbol americano de los lunes por la noche) que arrasa entre el público masculino y Dancing with the stars (algo así como la versión norteamericana de lo que en Argentina se conoce como "Bailando por un sueño") que arrasa entre el público femenino.

Los números crudos indican que Terminator: The Sarah Connor Chronicles tiene poco menos de seis millones de teleespectadores, lo cual no es un mal número pero aparentemente no es suficiente. El canal, por ahora, niega los rumores de cancelación.

En estos casos, como en muchos otros, el problema reside en la metodología utilizada por los canales. En primer lugar, eligen poner sus series en días que otros canales ponen sus series más exitosas, con lo cual se aseguran perder televidentes, o al menos no ganarlos; cuando perfectamente podrían mover esas series a otros días de la semana en los cuales las series de los otros canales no representen un peligro en cuanto a la competencia por los televidentes. Y en segundo lugar, los canales se siguen guiando por el sistema Nielsen de medición de ratings, el cual ya desde hace años demostró tener poco que ver con la realidad actual. Ese sistema mide lo que ven unos pocos hogares en base a los cuales se calcula el número de televidentes entre el resto de la población. Ese número no sólo no es representativo de nada, sino que tampoco incluye a mucha gente que no mira las series en su emisión estreno por cuestiones de trabajo, de familia, o de estudios, sino que las graban para mirarlas unos días después, o directamente las miran a través de Internet en los servicios que los propios canales ofrecen.

O sea, en conclusión: ellos mismos se generan sus propios fracasos, condenando a series y a los fans que las siguen.