Es cierto, tiene cosas inconsistentes y otras que algunos podrán tildar de ridículas; como el aparatito "mágico" de Roland, la forma en que unos convictos en suspenso que deben estar ocultos andan mostrando su cara a plena luz del día, y otras cosas por el estilo. Ha perdido también buena parte del ingenio y la identidad, lo cual es obvio para una historia que fue creada para durar una sola temporada y ya lleva cuatro.
Pero tiene otras cosas, y ésas son las cosas por las cuales vale la pena mirarla. Y el reciente episodio, Safe and Sound, tiene algo de ello.
El reencuentro de Mahone con Pam; partes del corto diálogo entre ambos; la interpretación de William Fitchner de padre en busca del asesino de su pequeño hijo. En mi caso, estas dos cosas pagan por todo el capítulo.
Ahora entiendo por qué al gran maestro Stephen King le gusta tanto esta temporada.